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Un rinconcito para nuestras letras... desde el corazón

16 julio 2009

La higuera



Yace la higuera, maldita en el tiempo
*
de un ángel silente que ruega con pena

quizá intuyendo el amargo destino

de su seco vientre vacío de nidos.



La higuera maldita murmura su suerte

mojando sus ansias con lágrimas verdes,

buscando en el cielo alguna respuesta

o alguna esperanza de alas abiertas.



La noche conoce su oscura tristeza

de higuera sin frutos, ni flores etéreas.

La luna sonríe y le habla de amores,

la higuera no escucha, no sabe de soles…



Estira sus ramas buscando consuelo,

quizás el abrazo del viento viajero

o el suave arrullo del llanto de un niño

buscando a su madre... refugio divino.

10 comentarios:

patxi pérez dijo...

Bastante bueno,esa higuera que estira
los brazos en busca de....
Saludos....y abrazos.

Anónimo dijo...

Fuertes letras, de una pluma inspirada.
La historia de la higuera, una historia de vida y dolor...y esperanza.

Felicidades Irina!

Anónimo dijo...

Te felicito Irina por tu poema, es realmente muy inspirado y de gran calidad. Me ha fascinado leerte

Besote y espero seguirte leyendo!

Anónimo dijo...

Un poema intenso, fuerte.
Me gusto mucho!

Lisandro dijo...

Letras que me causan esa adrenalina, linea por linea... espectacular!!! un abrazo!!!

Charlie dijo...

q hermoso! ese árbol siempre me hace acordar a cuando era un niñito asi de chikitito! :)
me encantó el poema ! lo de las lágrimas verdes es una metafora hermosa, todo el poema es hermoso!
te felicito!
saludos !

ROSA dijo...

Precioso historia de la higuera, la cual no transmite vida, dolor y esperanza, sobre todo que la esperanza siempre anide en nuestros corazones

Un besito y feliz fin de semana de la amistad, Rosario

Anabel Botella dijo...

Es un poema con mucha fuerza, con belleza. Me han gustado estos versos tiernos.
Saludos desde La ventana de los sueños.

Liliana G. dijo...

Guaauuu ¡qué potencia tiene tu poema de hoy! Es como si la fuerza brotara de esas ramas, de sus entrañas, de las tuyas...

Un beso muy grande.

Tempus fugit dijo...

Las cenizas me trajeron... y visto lo visto, volveré...


besos.